Con el propósito de revitalizar y ampliar el alcance de la red de egresados de Ingeniería Comercial de la Universidad Católica, comenzó a gestarse hace algunos meses un paulatino proceso de transformación en la fundación que los agrupa desde hace ya más de 60 años. Su nueva presidenta, Alejandra Loyola, asumió en marzo pasado, con la intención de reforzar ese camino.
“Uno toma este desafío por lo que significa en términos del vínculo personal y emocional relacionado con estar cerca de la casa de estudios que te ayudó a forjar lo que eres hoy y también de estar cerca de las nuevas generaciones que se están formando en una facultad como la nuestra, que tiene una injerencia e influencia muy importante en el país”, afirma.
Alejandra Loyola reemplazó en el cargo a Alejandro Alzérreca, quien, junto a otros integrantes del Consejo de la Fundación, habían estado debatiendo y avanzando hace ya un tiempo en la tarea de renovar la estructura de la organización y la forma de relacionarse con la UC.
-¿Cuáles son los principales cambios que quieren profundizar?
-El plan de transformación parte con una nueva estrategia que terminamos de cuajar el año 2019 y que reconoce que el vínculo con la Facultad de Economía y Administración de la UC no estaba en su mejor momento. Había una especie de lejanía o de ausencia de instancias de conexión, físicas o virtuales, que nos llevó a pensar que si bien tenemos la mejor red de influencia en el país y en el desarrollo futuro de las nuevas generaciones, no estamos pudiendo sacarle el provecho que requerimos.
El plan estratégico se basó en volver a las bases, volver a preguntarles a los egresados qué buscaban, qué querían. Y las respuestas fueron súper claras en que querían un vínculo laboral, de relaciones que permitan potenciar la carrera profesional y las redes de negocios. También apareció una necesidad de vincularse con temas de desarrollo país y de investigación, y de estar con excompañeros de distintas generaciones, por un tema social motivado por el solo hecho de haber pasado por el mismo lugar. Otro requerimiento fue la idea de aportar a las nuevas generaciones, lo que está muy relacionado con las becas, con oportunidades, con que nuestra carrera, que tiene fama de ser un poco elitista, sea también más diversa y aporte al crecimiento y al desarrollo.
Otros cambios que estamos impulsando, y que tienen que ver con esta transformación hacia ser una organización más moderna, es convertir nuestro consejo en un directorio y crear un nuevo consejo asesor, que sea nuestra red de soporte y aumente la capilaridad de la influencia que tiene la red de egresados. Vamos a empezar con esta convocatoria probablemente en el segundo semestre.
-¿Cuántos egresados van a integrar este consejo?
-No tiene un número definido, pero seguramente invitaremos, por ejemplo, a expresidentes de la fundación, y a quienes han recibido el premio de ingeniero comercial distinguido. Lo claro es que el actual directorio de 10 personas se queda corto para poder lograr el nivel de influencia al que queremos llegar.
-Hay una visión respecto de los egresados de Ingeniería Comercial de la UC, y lo mencionaste antes, de ser un grupo bastante elitista, algo cerrado y con alta influencia en los gobiernos, sobre todo de Piñera. ¿Se hacen cargo de eso? ¿Importa?
-Yo creo que somos reconocidos, tenemos nuestro prestigio, eventualmente somos algo admirados, y no sabemos si somos tan queridos. Pero la esencia de lo que la Fundación quiere es que la educación que se provee a los ingenieros comerciales de la UC sea la que prepara a los liderazgos que se requieren. Estamos enfrentando un nivel de cambio socio político y económico tan grande, que lo que queremos es que los liderazgos que emerjan de nuestra facultad tengan las herramientas para poder ser los mejores líderes para hacer un mejor país. Y, bueno, la historia juzgará.
También hay que decir que hoy, sobre todo en las generaciones más jóvenes, el tema social y de emprendimiento es muy fuerte. Y la verdad es que si uno mira a los líderes de un montón de organizaciones sociales, hay muchos de nuestros egresados.
“Tenemos que dar vuelta el partido”
Alejandra Loyola es cofundadora, junto a José Miguel Sepúlveda, de la consultora de alta dirección TheHouse Advisory, que se especializa en potenciar la capacidad organizacional de las empresas. “Creemos que la estrategia por sí sola no es suficiente, que también los equipos son fundamentales para que los resultados ocurran”, afirma.
-En el tema del liderazgo, ¿cómo definirías el que se necesita hoy en el país?
-Una característica que se ha reforzado como necesaria desde el estallido social hasta la fecha es la capacidad de escuchar, de diálogo, de construir desde distintas posiciones. Eso es esencial para poder proyectarnos como país, y es una competencia que hay que desarrollar en el mundo empresarial también.
-Y eso tiene que ver con la confianza también, hoy bien deteriorada.
-Chile es un país que por, comillas, idiosincrasia, no es tan optimista. Es menos alegre, por así decirlo. Sin embargo, cuando aparece una ventanita de oportunidad, en términos de precio de los commodities, por ejemplo, o de que el proceso constituyente pueda ser razonablemente bien llevado, crece la confianza. Entonces, si bien hay una crítica profunda y falta de confianza hacia las instituciones, apenas se puede, la gente vuelve a emprender, vuelve a buscar trabajo, vuelve a invertir. Vuelve a intentar una y otra vez. Y para que eso suceda, tengo que confiar.
Es verdad que tienen que pasar algunas cosas, pero soy optimista y tenemos que dar vuelta el partido.