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Empresas tecnológicas: ¿El fin de la fiesta?

Diario Financiero

Por Alejandra Loyola, Socia de TheHouse Advisory

El crecimiento en el sector tecnológico, producto de la contracción económica y la falta de inversión, ha sido impactado de manera negativa generando despidos masivos. En esta columna de Diario Financiero, Alejandra Loyola presenta las razones y plantea soluciones.

Hasta hace poco, las empresas tecnológicas gozaban de amplias fuentes de financiamiento, ya sea estatal o capitales ángeles; accionistas que, confiados en sus proyectos y en la promesa de crecimiento de largo plazo, ponían ‘dinero prácticamente gratis’, como escuché decir a un socio de un unicornio chileno.

Alentadas por los efectos de la pandemia y la transformación de los hábitos de consumo y de trabajo, en 2020 y 2021 las compañías tecnológicas innovaron, incorporaron talento y lograron importantes resultados. El mercado premió su capacidad de escalar y, por lo tanto, de generar valor. Como en una fiesta, vivieron en un ambiente efervescente, con altos niveles de financiamiento, con un costo de capital muy bajo y relevantes proyecciones de crecimiento. Una fiesta en la que tiraron la casa por la ventana.

Hoy, enfrentan un período de corrección o ‘de vacas flacas’. En recesión, el crecimiento de algunas tecnologías, producto de la contracción económica y la falta de demanda, no se está dando. En algunos casos es solo la tasa de crecimiento la que se ve afectada, la cual es fuente considerable de creación de valor en este mercado, sin embargo, en otros casos, es la propuesta de valor del producto o servicio la que se está viendo cuestionada, y eso el mercado lo penaliza. Se han observado bajas importantes en los precios de las acciones tecnológicas; cae el flujo de las inversiones y, con tasas de interés mucho más altas, las empresas ya no encuentran cómo obtener dinero para seguir escalando. Se prende la luz y se acaba la fiesta.

Así, el rendimiento anual de las acciones de Spotify fue de -66%, el de Amazon de -49%, el de Meta (Facebook) de -64% y el de Netflix de -51%. A nivel laboral, la matriz de Google, Alphabet, anunció que eliminaría 12 mil puestos de trabajo; Microsoft, anunció que suprimiría 11 mil; Amazon, más de 18 mil; y Meta, a 11 mil. En Latinoamérica, la china Didi comunicó despidos en diversos países como Chile, México, Brasil y Perú.

Y aquí nos preguntamos, ¿por qué los primeros afectados son los trabajadores?

El sistema estaba sobrecalentado, por el exceso de liquidez de los inversionistas y las bajas tasas de interés. Hubo una alta demanda de capital humano digital para crecer, lo que generó gran escasez de perfiles digitales y, consecuentemente, se había desatado una guerra por el talento digital, con altas tasas de rotación y sueldos muy por encima del mercado.

Entonces, cuando a las tecnológicas se les complicó el escenario, el ajuste fue rápido y sumó miles de despidos.

La experiencia les servirá para revisitar la forma en que cubren necesidades claras del mercado, y a desarrollar modelos de negocio cuyo valor agregado sea evidente, de manera de ser más sostenibles. La fiesta se debe poder financiar no solo con aumentos de capital, sino que con ingresos permanentes y con más disciplina de costos. El mercado laboral sigue necesitando talento digital. Tal vez, no es el fin de la fiesta, sino sólo un intermedio para tomar aire y seguir bailando.